El presidente chino, Hu Jintao, aseguró este sábado que el problema de Tíbet no tiene que ver con los derechos humanos sino que es una cuestión de soberanía nacional, mientras la llama olímpica continúa su recorrido planetario y se dirige a Tanzania, única etapa en Africa.
"Nuestro conflicto con la camarilla del Dalai Lama no es un problema étnico, ni un problema religioso, ni un problema de derechos humanos. Se trata de preservar nuestra soberanía nacional o bien dejar que la patria se fragmente", declaró el presidente chino, citado por la televisión estatal y la agencia oficial China Nueva.
Hu hizo estas declaraciones en el transcurso de un encuentro con el primer ministro australiano, Kevin Rudd, en Sanya (sur de China), en la isla de Hainan, donde el sábado tendrá lugar una cumbre económica regional, el Foro de Boao para Asia.
En un discurso pronunciado el miércoles ante estudiantes de Pekín, Rudd había hablado de los problemas "considerables" de derechos humanos en Tíbet.
El mandatario chino aprovechó la ocasión para responder a los que, como Estados Unidos o Francia, reclamaron a China dialogar con el líder espiritual de los tibetanos.
"La puerta para el diálogo con el Dalai Lama sigue abierta", afirmó Hu Jintao, al tiempo que negó que Pekín fuera responsable del punto muerto en el que se encuentran las conversaciones.
"Actualmente, los obstáculos para los contactos no vienen de nuestro lado, sino del lado del Dalai Lama", precisó.
"Si el Dalai Lama quiere realmente un acuerdo, tiene que demostrarlo en sus acciones. Si abandona sus actividades separatistas, sus complots incitando a la violencia, sus proyectos de sabotaje a los Juegos Olímpicos de Pekín, estamos dispuestos en todo momento a seguir el contacto y el diálogo", repitió el dirigente chino.
El presidente norteamericano, George W. Bush, insistió el miércoles en que China tiene que dialogar con los representantes del Dalai Lama, coincidiendo con las manifestaciones protibetanas que están acompañando el recorrido mundial de la llama olímpica.
El sábado, Hu Jintao también señaló, como habían hecho en anteriores ocasiones otros responsables chinos, que los disturbios en la capital tibetana, Lhassa, no eran "como habían proclamado algunos 'manifestaciones pacíficas' ni 'actos no-violentos', sino pura violencia".
"Frente a las acciones violentas criminales que violan gravemente los derechos humanos, perturban gravemente el orden y ponen gravemente en peligro a los hombres y a los bienes, ningún gobierno responsable puede quedarse sin hacer nada", afirmó el mandatario.
China acusa al Dalai Lama, que vive exiliado en Dharamsala, India, de haber fomentado las manifestaciones en Lhassa, que empezaron el pasado 10 de marzo.
Por otro lado, el recorrido de la llama olímpica sigue su periplo planetario, y se dirige a Tanzania, única etapa en el continente africano.
La antorcha olímpica llega el sábado a las 22H00 locales (19H00 GMT) a Dar es Salaam, la capital tanzana, para su relevo en el continente africano, en un itinerario por la ciudad que fue considerablemente reducido.
El programa inicial consistía en un trayecto de 25 km y ha acabado siendo reducido a cinco kilómetros.
Para las autoridades tanzanas, el culpable de estos cambios no es el miedo a las manifestaciones protibetanas, sino más bien el tiempo y la lluvia.
Si hay menos celebraciones, "es porque llueve mucho", explicó el alcalde de Dar es Salaam, Adam Kimbisa.
En efecto, la época de lluvias comenzó en Africa del Este.
El rápido pasaje de la llama olímpica por Africa también ha estado marcado por la negativa a participar en el relevo de la Premio Nobel de la Paz de 2004, la keniana Wangari Maathai.
"Nuestro conflicto con la camarilla del Dalai Lama no es un problema étnico, ni un problema religioso, ni un problema de derechos humanos. Se trata de preservar nuestra soberanía nacional o bien dejar que la patria se fragmente", declaró el presidente chino, citado por la televisión estatal y la agencia oficial China Nueva.
Hu hizo estas declaraciones en el transcurso de un encuentro con el primer ministro australiano, Kevin Rudd, en Sanya (sur de China), en la isla de Hainan, donde el sábado tendrá lugar una cumbre económica regional, el Foro de Boao para Asia.
En un discurso pronunciado el miércoles ante estudiantes de Pekín, Rudd había hablado de los problemas "considerables" de derechos humanos en Tíbet.
El mandatario chino aprovechó la ocasión para responder a los que, como Estados Unidos o Francia, reclamaron a China dialogar con el líder espiritual de los tibetanos.
"La puerta para el diálogo con el Dalai Lama sigue abierta", afirmó Hu Jintao, al tiempo que negó que Pekín fuera responsable del punto muerto en el que se encuentran las conversaciones.
"Actualmente, los obstáculos para los contactos no vienen de nuestro lado, sino del lado del Dalai Lama", precisó.
"Si el Dalai Lama quiere realmente un acuerdo, tiene que demostrarlo en sus acciones. Si abandona sus actividades separatistas, sus complots incitando a la violencia, sus proyectos de sabotaje a los Juegos Olímpicos de Pekín, estamos dispuestos en todo momento a seguir el contacto y el diálogo", repitió el dirigente chino.
El presidente norteamericano, George W. Bush, insistió el miércoles en que China tiene que dialogar con los representantes del Dalai Lama, coincidiendo con las manifestaciones protibetanas que están acompañando el recorrido mundial de la llama olímpica.
El sábado, Hu Jintao también señaló, como habían hecho en anteriores ocasiones otros responsables chinos, que los disturbios en la capital tibetana, Lhassa, no eran "como habían proclamado algunos 'manifestaciones pacíficas' ni 'actos no-violentos', sino pura violencia".
"Frente a las acciones violentas criminales que violan gravemente los derechos humanos, perturban gravemente el orden y ponen gravemente en peligro a los hombres y a los bienes, ningún gobierno responsable puede quedarse sin hacer nada", afirmó el mandatario.
China acusa al Dalai Lama, que vive exiliado en Dharamsala, India, de haber fomentado las manifestaciones en Lhassa, que empezaron el pasado 10 de marzo.
Por otro lado, el recorrido de la llama olímpica sigue su periplo planetario, y se dirige a Tanzania, única etapa en el continente africano.
La antorcha olímpica llega el sábado a las 22H00 locales (19H00 GMT) a Dar es Salaam, la capital tanzana, para su relevo en el continente africano, en un itinerario por la ciudad que fue considerablemente reducido.
El programa inicial consistía en un trayecto de 25 km y ha acabado siendo reducido a cinco kilómetros.
Para las autoridades tanzanas, el culpable de estos cambios no es el miedo a las manifestaciones protibetanas, sino más bien el tiempo y la lluvia.
Si hay menos celebraciones, "es porque llueve mucho", explicó el alcalde de Dar es Salaam, Adam Kimbisa.
En efecto, la época de lluvias comenzó en Africa del Este.
El rápido pasaje de la llama olímpica por Africa también ha estado marcado por la negativa a participar en el relevo de la Premio Nobel de la Paz de 2004, la keniana Wangari Maathai.
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