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La capital peruana cumple hoy su 473 aniversario, poblada mayoritariamente por forasteros y preocupada sobre todo por sus problemas de inseguridad y delincuencia, según los resultados de una encuesta.
La recordación del día en que el conquistador Francisco Pizarro la fundó a orillas del río Rímac, motiva celebraciones diversas, como un espectáculo de música criolla en la Plaza Mayor, que se prolongó hasta la madrugada, pero también reflexiones diversas.
La encuesta citada, a cargo de la Universidad Católica, reflejó que los limeños, acaso por el entusiasmo del aniversario de esta urbe en la que viven alrededor de ocho millones de habitantes, tienen una alta autoestima.
El 82 por ciento opinó que los habitantes de esta ciudad son alegres, virtud seguida de la amabilidad (74 por ciento) y el buen trato al extranjero (67).
También hubo espacio para la autocrítica, pues 72 por ciento creen que los limeños no cuidan adecuadamente la ciudad y el 56 por ciento que son incumplidos con sus obligaciones.
Otros resultados mostraron lo relativo del orgullo con el que proclaman su origen y su identidad urbana los limeños, que en un 80 por ciento se declaran felices de vivir aquí.
Sólo 47 por ciento de los encuestados dijeron haber nacido en la capital y, con seguridad, la proporción hubiera bajado a una cifra de sólo un dígito, de restarse a los hijos y nietos de provincianos.
El racismo que golpea a la ciudad se enfrenta por otra parte con el hecho de que 63 por ciento de los consultados proclamaron, por sus antepasados y sus costumbres, ser mestizos, 18 quechuas y 4 por ciento afroperuanos.
Los afuerinos, por otra parte, de ninguna manera pierden su identidad, pues en un 80 por ciento declaran que no se sienten limeños, lo que se debe también a que 67 por ciento cree que los capitalinos no tratan bien a los provincianos.
En cuanto a los problemas que agobian a los moradores de la vieja Lima, el primero es la delincuencia, señalada por 64 por ciento, seguida del deficiente transporte público de pasajeros (29) y la contaminación ambiental (24).
La recordación del día en que el conquistador Francisco Pizarro la fundó a orillas del río Rímac, motiva celebraciones diversas, como un espectáculo de música criolla en la Plaza Mayor, que se prolongó hasta la madrugada, pero también reflexiones diversas.
La encuesta citada, a cargo de la Universidad Católica, reflejó que los limeños, acaso por el entusiasmo del aniversario de esta urbe en la que viven alrededor de ocho millones de habitantes, tienen una alta autoestima.
El 82 por ciento opinó que los habitantes de esta ciudad son alegres, virtud seguida de la amabilidad (74 por ciento) y el buen trato al extranjero (67).
También hubo espacio para la autocrítica, pues 72 por ciento creen que los limeños no cuidan adecuadamente la ciudad y el 56 por ciento que son incumplidos con sus obligaciones.
Otros resultados mostraron lo relativo del orgullo con el que proclaman su origen y su identidad urbana los limeños, que en un 80 por ciento se declaran felices de vivir aquí.
Sólo 47 por ciento de los encuestados dijeron haber nacido en la capital y, con seguridad, la proporción hubiera bajado a una cifra de sólo un dígito, de restarse a los hijos y nietos de provincianos.
El racismo que golpea a la ciudad se enfrenta por otra parte con el hecho de que 63 por ciento de los consultados proclamaron, por sus antepasados y sus costumbres, ser mestizos, 18 quechuas y 4 por ciento afroperuanos.
Los afuerinos, por otra parte, de ninguna manera pierden su identidad, pues en un 80 por ciento declaran que no se sienten limeños, lo que se debe también a que 67 por ciento cree que los capitalinos no tratan bien a los provincianos.
En cuanto a los problemas que agobian a los moradores de la vieja Lima, el primero es la delincuencia, señalada por 64 por ciento, seguida del deficiente transporte público de pasajeros (29) y la contaminación ambiental (24).
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