Sendero Luminoso vuelve a matar

TERRORISTAS MANTIENEN AMENAZADA A LA POBLACION DE LEONCIO PRADO

No ha pasado ni una semana desde la sangrienta emboscada en Huancavelica, y el grupo subversivo Sendero Luminoso reapareció nuevamente para teñir de sangre la zona rural de la provincia de Leoncio Prado en Huánuco. ¿La víctima? Un joven que se atrevió a revelar a las autoridades la ubicación de un alto mando terrorista.Esta historia de horror y venganza se inicia en noviembre del 2007, cuando Epifanio Acosta Espíritu, conocido como Camarada JL fue abatido en el marco de la operación antisubversiva denominada "Volcán", en la que participaron efectivos de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Diroes), de la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote) y del Frente Policial Huallaga (FPH). Los subversivos se habrían enterado que fue un lugareño quien dio parte a las autoridades de la presencia del alto mando senderista y desde ese día juraron venganza.El secuestro. Así, el pasado domingo 5 de octubre el supuesto informante, un joven identificado como Rusbel Rojas Santiago, fue sacado a viva fuerza de su domicilio ubicado en la localidad de Cerro Azul de la jurisdicción del distrito José Crespo y Castillo, provincia de Leoncio Prado del departamento de Huánuco.Según los familiares de la víctima, que dieron parte a las autoridades, un grupo senderista lo secuestró en horas de la noche acusándolo de ser "soplón", por haber revelado a las fuerzas del orden la presencia y ubicación de camarada JL, entonces número tres del Comité Regional Huallaga de Sendero Luminoso, abatido en noviembre del 2007.Luego de una búsqueda incansable, finalmente el último sábado fue encontrado por la Policía el cuerpo sin vida del joven Rojas en las inmediaciones del centro poblado Santo Domingo de Anda, a pocos kilómetros de Aucayacu.El estado del cadáver reveló las crueles torturas a las que fue sometido: estaba parcialmente seccionado, le habían sacado los ojos y cortado la lengua.Al lado de sus restos fue hallado un cartel que confirmaba que el irracional acto se trató de una venganza por el atrevimiento del joven a revelar datos de los terroristas.Tras el execrable hecho, los pobladores de Leoncio Prado permanecen atemorizados y han demandado mayor presencia de efectivos en la zona. Más presupuesto. Entre tanto, la Defensoría del Pueblo pidió ayer al gobierno y a la clase política en general no bajar la guardia en la lucha contra el terrorismo, ya que estos grupos siguen cobrando la vida de miembros de las fuerzas del orden y de civiles. La Defensoría considera que se debe otorgar mayores recursos a las Fuerzas Armadas y Policía Nacional que les permitan ejecutar un adecuado trabajo en los Valles de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), puesto que un mejor equipamiento contribuirá a facilitar los patrullajes y los operativos en la zona. Los despiden con honores. Con las banderas sobre sus ataúdes, los restos de los soldados asesinados el último jueves por narcoterroristas en Tintaypunco recibieron póstumo homenaje en la Plaza de la Constitución. Con la presencia de autoridades, compañeros de armas y la población, se llevó a cabo la misa de cuerpo presente en la Catedral de Huancayo.Como se recuerda, los militares fueron emboscados cuando retornaban a su base antisubversiva en camiones particulares junto con lugareños, y según el Ministerio de Defensa, esto fue una represalia por la recuperación de Vizcatán (zona que fue empleada por Sendero Luminoso como un bastión del terrorismo) por parte de las Fuerzas Armadas.