En los interrogatorios, ambos se culpan de este execrable crimen
Uno es un ex presidiario y el otro un requisitoriado por el delito de violación sexual, y ambos son autores del execrable crimen de Sandrita, la pequeña de seis años que fue raptada y asesinada de 16 puñaladas, en Chincha. Los dos asesinos ya se encuentran tras las rejas, pero la Policía teme por sus vidas pues los chinchanos han prometido vengarse.Uno de los homicidas es Randy Israel Carpio Gallardo, quien –como es público– fue detenido la tarde del último miércoles cuando llegaba a su vivienda en Chincha Alta.Este sujeto estuvo preso en el penal de Tambo Grande y salió en libertad hace algunos meses. Desde entonces comenzó a vivir en un inmueble, frente a la casa de la tía de la pequeña Alexandra Estefanía Carbajal Herrera, llamada cariñosamente como Sandrita.Es allí donde habría captado a la menor, el pasado 23 de junio. Existen testigos que lo vieron libando licor aquella tarde, junto a Luis Alberto Tasayco Martínez, (a) Gringo, este último arrestado la madrugada de ayer en Chincha.Al ser sometidos a los interrogatorios, ambos negaron su responsabilidad, pero curiosamente se culparon entre sí, lo que demostraría su responsabilidad. A ello se suman las contradicciones en sus respectivas manifestaciones, además de la versión de un testigo que los vio cuando subían presumiblemente los restos de la menor a un mototaxi.Con respecto al móvil del crimen, para los detectives de la División de Investigación de Homicidios se habría tratado de un intento de violación que terminó con la muerte de la niña. Este hecho que ha causado total conmoción no habría llegado a su fin, la Policía aún trabaja en la búsqueda de un sujeto conocido como Babita, quien habría ayudado a trasladar el cuerpo.Yoice Pacori
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