El primer ministro Del Castillo discrepó con la intención de dejar de calificar a la guerrilla como una organización terrorista.
El primer ministro, Jorge del Castillo, discrepó con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien propuso declarar fuerza beligerante a la guerrilla izquierdista de Colombia para facilitar las conversaciones de paz con el gobierno del presidente Álvaro Uribe.
"Un grupo que mantiene a más de 700 personas secuestradas y los somete a torturas, que ha matado gente a sangre fría y coloca coches bomba, tiene esa denominación (terroristas) en el mundo", manifestó a la emisora CPN Radio.
El jefe del gabinete ministerial del gobierno socialdemócrata del presidente Alan García sostuvo que la opinión pública de América Latina juzgará las expresiones de Chávez, quien propuso no calificar de terrorista a las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y al Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Chávez, quien sostuvo un enfrentamiento verbal con García durante la campaña electoral peruana, planteó a la comunidad internacional considerar a las guerrillas colombianas como fuerzas beligerantes para facilitar las conversaciones de paz, propuesta que ha sido rechazada por el Gobierno Colombiano.
"Ellos -dijo Del Castillo- no pueden pretender pasar a una situación de calificación distinta, como precondición para liberar a los secuestrados" por las FARC, la guerrilla más antigua de la región.
El también secretario general colegiado del gobernante Partido Aprista Peruano, sin embargo, evitó pronunciarse sobre las declaraciones de Hugo Chávez tras señalar que cualquier comentario de una autoridad peruana sería materia de una confrontación que no desea estimular.
Perú y Venezuela restablecieron relaciones diplomáticas en enero de 2007, después de que ambos gobiernos retiraron sus respectivos embajadores en abril de 2006 por injerencia de Chávez en el proceso electoral peruano al apoyar al entonces candidato nacionalista, Ollanta Humala.

Durante la Cumbre Sudamericana, en diciembre de 2006 en Bolivia, el incidente fue superado y en la toma de posesión del presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, en enero de 2007, los gobiernos de Lima y Caracas acordaron el retorno de sus embajadores.
De otro lado, el primado de la Iglesia Católica peruana, cardenal Juan Luis Cipriano, criticó a las FARC por mantener encadenados a los rehenes "como animales" que tiene en su poder para canjearlos por rebeldes presos en distintas cárceles de Colombia.
"En nombre de ninguna justicia y en nombre de ningún proyecto político se puede hablar de violencia y de secuestros", expresó en su programa radial "Diálogo de Fe", que se transmite todos los sábados a través de RPP Noticias.
Consuelo González, una de las dos rehenes liberadas por las FARC con mediación del presidente Chávez, contó en Caracas que los militares y policías secuestrados "viven encadenados todo el día. Tienen que cargar una cadena al cuello para hacer cualquier tipo de actividad".




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