Presidente García: “No vamos a dejar que el Perú caiga en caminos de desorden”

El jefe de Estado, Alan García Pérez, aseguró hoy que el Gobierno “no va a dejar que el Perú caiga en camino de desorden” y sostuvo que una minoría “que responde a filiaciones terroristas” es la que impulsa y acata una paralización en el Cusco.

Aclaró que “la población del Cusco no acata ningún paro”, ni se deja “atarantar” por una “minoría a veces ridícula” de huelguistas o extremistas que salen a las calles, ello al punto que hoy las personas circulan en los mercados y tiendas, además de acudir a sus oficinas.

“No vamos a dejar en ningún caso que el Perú caiga en caminos de desorden porque eso destruye una sociedad”, dijo tras mencionar que pueden ser de 3 a 4 mil personas frente a la población total del Cusco que bordea los 400 mil habitantes.

“Tenemos información que mucha gente que todavía responde a filiaciones terroristas, no solo senderistas y que se ha visto frustrada por la interrupción de sus designios y deseos de los últimos años, ahora esta impulsando, incitando y moviendo” paralizaciones, remarcó.

Señaló que aquellos que agitan y bloquean piedras son los mismos de siempre y que a nivel nacional llegarán a cerca de 10 mil personas, una cifra ínfima frente a los 28 millones de peruanos

“Una cosa es protestar y parar, tienen derecho a eso, pero nadie tiene derecho a destruir y cuando se destruyen vías y se quiere chantajear a las grandes ciudades se comete un delito gravísimo. En el Perú nos hemos acostumbrado a vivir con eso y hay que decir basta”, indicó.

El dignatario mencionó que en algunos casos se ha pretendido chantajear a las autoridades inclusive con la amenaza de cortar el fluido eléctrico.

“Eso es casi senderismo. ¿Quién nos garantiza que no están los senderistas detrás de todo esto?¿ quién nos garantiza que no hay manos extranjeras detrás de eso?, se preguntó el mandatario.

“Doy por cierto que todavía no hemos capturado un extranjero, pero debe haber un peruano que recibe consignas extranjeras”, anotó.

En ese sentido, destacó que la primera obligación del Estado es brindar tranquilidad y seguridad a la población, y si hay personas dispuestas a cometer delitos en medio de movilizaciones tienen que afrontar las consecuencias.

El jefe del Estado opinó que son los promotores del paro y no el ministro del Interior, Luis Alva Castro, los que deben renunciar.

“Los que deben renunciar son todos los dirigentes agitadores y extremistas que quieren detener el camino del Perú. Esa gente destruye y no construye. Esa gente no ha puesto nunca un ladrillo por el Perú, pero vive de su presupuesto”, enfatizó.

Recalcó que los agitadores reciben un sueldo del Estado, es decir, el pueblo les paga para que destruyan su futuro.

Respecto a los campesinos muertos tras la jornada de protesta, refirió que el tema deberá investigarse y precisó, además, que la policía está para evitar que se comentar delitos.

Recordó que en 1992 se decía que había desorden y el 80% de la población aplaudió un golpe de estado, y aseguró que no se necesita de ello para garantizar el orden.

Tras aclarar que los vuelos al Cusco se suspendieron por disposición de Corpac y el aeropuerto se encuentra bajo el control de la policía, dijo haber quedado horrorizado con el testimonio de turista alemana que señalaba que retornaba a su país para decir que no visiten el Perú por los últimos actos de violencia.

Por último, aseveró que será la policía y las autoridades las que investiguen la denuncia periodística respecto a la presunta vinculación del congresista aprista Elías Rodríguez con la familia Sánchez Paredes, investigada por lavado de activos.

“El Estado tiene una muy firme de decisión de lucha contra el lavado de activos, y las fortunas misteriosas originadas por delito evasión y narcotráfico. Caiga quien caiga, no hay hermanazgos, compadrerías ni solidaridades, cada uno responde. Y si el congresista lo demuestra como ha dicho, en buena hora”, agregó.