"Yo iba a matar a Yehude Simon"

Héctor Gamarra Mamani, ex miembro del grupo Colina, afirmó que fue designado por el destacamento para ser francotirador en el atentado contra la vida del actual presidente de la Región Lambayeque, Yehude Simon.Fue en el marco de la vigésimo cuarta audiencia contra el ex presidente Alberto Fujimori, por crímenes a los derechos humanos, que se desarrolla en la sede de la Dirección de Operaciones Especiales (DIROES) de la Policía, en el distrito limeño de Ate Vitarte.En su testimonio, Gamarra indicó que no llegó a atentar contra Simon Munaro debido a que no recibió la orden respectiva de parte de Santiago Martin Rivas, líder del escuadrón de aniquilamiento.Días atrás, el también ex miembro de Colina, Pablo Atúncar Cama, confesó que el destacamento planeó asesinar a Simon y al ex congresista Javier Diez Canseco, pero que dichos planes no se llevaron a cabo porque no recibieron la autorización correspondiente.De otro lado, indicó que Martín Rivas le comunicó que la misión de Colina era riesgosa porque consistía en detectar, capturar y eliminar a los presuntos terroristas, y que las ejecuciones realizadas en los operativos tenían la aprobación de los altos mandos militares del Ejército.Así mismo, reveló que la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINTE), la Jefatura de Estado Mayor del Ejército y la Comandancia General del Ejército asignaron el presupuesto para la creación del destacamento en 1991.Más adelante, confirmó la existencia de un "plan madre" que servía de base para realizar los planes operativos que la DINTE elaboraba y aprobaba para que Colina los llevara a la práctica.Precisó que, en 1991, el jefe del grupo Colina era el coronel Fernando Rodríguez Zabalbeascoa, y que un año más tarde fue el coronel Federico Navarro Pérez quien asumió dicho cargo.Sobre la matanza de Barrios Altos (1991), aseguró que él no disparó durante la intervención en la pollada que se celebraba en dicho vecindario, al indicar que no escuchó la orden para abrir fuego dada por Martin Rivas.En cuanto a la matanza de la Universidad La Cantuta (1992), aseveró que, por orden del ex jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Nicolás Hermoza Ríos, los cuerpos de las víctimas fueron trasladados a otra ubicación ante una presunta "fuga de información".Detalló que Martin Rivas fue quien le ordenó que integrara este destacamento y le ofreció un sueldo de 500 dólares mensuales y un departamento. Sin embargo, poco después, esta propuesta cambió a una remuneración de 150 dólares, un seguro por diez mil dólares y una dieta de cinco soles diarios.Casi al término de su intervención, el testigo instó a todas las personas comprometidas en los operativos de Colina a asumir su responsabilidad y pidió disculpas a los familiares de los desaparecidos.