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No hay duda que los resultados electorales en las primarias de Iowa son una bofetada al “stablishment” estadounidense. El senador Barack Obama, de capitalizar su triunfo y verlo consolidado en otros estados estaría perfilándose como el primer Presidente negro en la historia de los Estados Unidos.
En la otra trinchera. Si el ex Gobernador Mike Huckabee, un pastor evangélico con los “bolsillos vacíos” para afrontar una millonaria campaña sigue ganando en los estados conservadores, se convertiría en el contendor de peso del partido Republicano.
A los favoritos, como Hillary Clinton entre los demócratas y Rudy Giuliani entre los Republicanos, la cuesta se les ha empinado peligrosamente. La senadora por Nueva York ha querido ponerle buena cara al mal tiempo y ha dicho que está preparada por su experiencia y por sus recursos (dinero y maquinaria) para una carrera con obstáculos hacia la Casa Blanca. El ex alcalde Giuliani la tiene incluso más difícil aunque también puede derrochar dólares. Lo que es siempre un factor importante en una contienda electoral como ésta.
Barack Obama, que evidentemente ha refrescado la política nacional con su carisma y buen hablar, ha captado la atención de los más jóvenes y su mensaje persistentemente ha tenido tres elementos básicos: Cambio, esperanza y unidad. Simples conceptos que parecen haber captado la atención de miles de nuevos votantes que han vuelto a soñar con una “América” mas justa para la mayoría de los estadounidenses. Pareciera una romántica evocación del clan Kennedy o del gran luchador social Martin Luther King, en un momento en que la población se muestra cansada, después de casi tres décadas, de gobiernos alternados entre”Los Bushes o los Clintons”.
En su discurso de victoria Barack Obama resucitó alguna de sus frases que lo hicieron famoso en el 2004.”No hay estados rojos (republicanos) y estados azules (demócratas), lo que existe es Estados Unidos”.A renglón seguido, enfatizó en que “no existe un país de blancos o de negros, sino un país unido”. Este mensaje positivo, de esperanza y de unión parece haber convencido a muchos en Iowa, un pequeño estado en donde hay una aplastante mayoría blanca.
Si Barack Obama repite el plato en las elecciones de New Hamsphire el próximo martes, entonces, la “experimentada” Hillary Rodham Clinton, tendrá que poner las barbas en remojo sin duda alguna.
En la otra trinchera. Si el ex Gobernador Mike Huckabee, un pastor evangélico con los “bolsillos vacíos” para afrontar una millonaria campaña sigue ganando en los estados conservadores, se convertiría en el contendor de peso del partido Republicano.
A los favoritos, como Hillary Clinton entre los demócratas y Rudy Giuliani entre los Republicanos, la cuesta se les ha empinado peligrosamente. La senadora por Nueva York ha querido ponerle buena cara al mal tiempo y ha dicho que está preparada por su experiencia y por sus recursos (dinero y maquinaria) para una carrera con obstáculos hacia la Casa Blanca. El ex alcalde Giuliani la tiene incluso más difícil aunque también puede derrochar dólares. Lo que es siempre un factor importante en una contienda electoral como ésta.
Barack Obama, que evidentemente ha refrescado la política nacional con su carisma y buen hablar, ha captado la atención de los más jóvenes y su mensaje persistentemente ha tenido tres elementos básicos: Cambio, esperanza y unidad. Simples conceptos que parecen haber captado la atención de miles de nuevos votantes que han vuelto a soñar con una “América” mas justa para la mayoría de los estadounidenses. Pareciera una romántica evocación del clan Kennedy o del gran luchador social Martin Luther King, en un momento en que la población se muestra cansada, después de casi tres décadas, de gobiernos alternados entre”Los Bushes o los Clintons”.
En su discurso de victoria Barack Obama resucitó alguna de sus frases que lo hicieron famoso en el 2004.”No hay estados rojos (republicanos) y estados azules (demócratas), lo que existe es Estados Unidos”.A renglón seguido, enfatizó en que “no existe un país de blancos o de negros, sino un país unido”. Este mensaje positivo, de esperanza y de unión parece haber convencido a muchos en Iowa, un pequeño estado en donde hay una aplastante mayoría blanca.
Si Barack Obama repite el plato en las elecciones de New Hamsphire el próximo martes, entonces, la “experimentada” Hillary Rodham Clinton, tendrá que poner las barbas en remojo sin duda alguna.
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