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La afirmación del primer ministro, Jorge del Castillo, de que el gobierno prioriza obras para poblaciones que lo apoyan, genera hoy intensa polémica, pese a un desmentido del propio presidente, Alan García.
Parlamentarios de oposición advirtieron que si el premier no se retracta lo denunciarán por haber violado la Constitución -que prohibe la discriminación-, al sostener virtualmente que el gobierno sólo hace obras para sus electores y no para todo el pueblo.
En tal sentido se pronunciaron los legisladores Isaac Mekler, del Partido Nacionalista, y Carlos Bruce, del grupo Alianza Parlamentaria, quienes coincidieron en calificar de anti-constitucional e ilegal la discriminación admitida por el primer ministro.
En opinión de Mekler, Del Castillo "ha dividido el Perú en dos: el Perú de los apristas y el Perú de los que no votaron por el Apra, que serán los castigados".
Del Castillo hizo las cuestionadas declaraciones el domingo último en una concentración en el municipio de Lurín, ubicado en el sur de Lima y cuyo alcalde es aprista.
Posteriormente trató de matizar sus afirmaciones, que ayer fueron transmitidas reiteradamente por diversas estaciones de televisión.
Las declaraciones fueron tan controvertidas, que el presidente aprista del Congreso, Luis Gonzales Posada, marcó distancias de Del Castillo, dijo que este cometió "un exceso verbal" y aclaró que no comparte sus afirmaciones.
Preguntado sobre el tema, el presidente García afirmó que su gobierno trabaja para beneficiar a todos los peruanos y de ninguna manera tiene la política de privilegiar a las poblaciones que votaron por el aprismo en los comicios de 2006.
Sostuvo además que Del Castillo tiene un pensamiento alejado de la idea de condicionar las obras sociales y que en el caso hubo "un error de comunicación".
El líder del PNP, Ollanta Humala, señaló que el primer ministro debe entender que es obligación del gobierno atender por igual a todos los peruanos.
Parlamentarios de oposición advirtieron que si el premier no se retracta lo denunciarán por haber violado la Constitución -que prohibe la discriminación-, al sostener virtualmente que el gobierno sólo hace obras para sus electores y no para todo el pueblo.
En tal sentido se pronunciaron los legisladores Isaac Mekler, del Partido Nacionalista, y Carlos Bruce, del grupo Alianza Parlamentaria, quienes coincidieron en calificar de anti-constitucional e ilegal la discriminación admitida por el primer ministro.
En opinión de Mekler, Del Castillo "ha dividido el Perú en dos: el Perú de los apristas y el Perú de los que no votaron por el Apra, que serán los castigados".
Del Castillo hizo las cuestionadas declaraciones el domingo último en una concentración en el municipio de Lurín, ubicado en el sur de Lima y cuyo alcalde es aprista.
Posteriormente trató de matizar sus afirmaciones, que ayer fueron transmitidas reiteradamente por diversas estaciones de televisión.
Las declaraciones fueron tan controvertidas, que el presidente aprista del Congreso, Luis Gonzales Posada, marcó distancias de Del Castillo, dijo que este cometió "un exceso verbal" y aclaró que no comparte sus afirmaciones.
Preguntado sobre el tema, el presidente García afirmó que su gobierno trabaja para beneficiar a todos los peruanos y de ninguna manera tiene la política de privilegiar a las poblaciones que votaron por el aprismo en los comicios de 2006.
Sostuvo además que Del Castillo tiene un pensamiento alejado de la idea de condicionar las obras sociales y que en el caso hubo "un error de comunicación".
El líder del PNP, Ollanta Humala, señaló que el primer ministro debe entender que es obligación del gobierno atender por igual a todos los peruanos.
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