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El titular del Ministerio de Trabajo y Promocion del Empleo, Mario Pasco Cosmópolis, hizo llegar el saludo y felicitación del Gobierno a todos los trabajadores del país en su día y señaló: "Son ustedes quienes con su esfuerzo construyen día a día la grandeza de la Patria." A continuación, su mensaje a la Nación.
Los trabajadores del Perú y del mundo celebran su día. El Gobierno al que represento quiere hacerles llegar con este motivo su saludo y felicitación, porque son ustedes quienes con su esfuerzo construyen día a día la grandeza de la Patria.
Estamos viviendo un momento económico promisorio, que nos hace aspirar a un país mejor y con mayores posibilidades para nuestros hijos. Eso es lo que muestran las cifras macroeconómicas.
Sin embargo, millones de microempresarios y trabajadores sienten que esta incipiente prosperidad no les llega, que el bienestar del que se habla no les alcanza.
Y tienen razón. Porque ellos no están incorporados a las ventajas, como tampoco a los deberes y responsabilidades de la formalidad.
Por ello, la tarea que se ha impuesto el Gobierno es integrarlos plenamente a la vida económica, y permitirles, sobre todo y ante todo, el acceso universal a los servicios de salud y de la seguridad social.
Es tarea inmensa. Según las estadísticas hay más de 3 millones 200 mil micro y pequeñas empresas. Son estas pequeñas unidades productivas las que generan la inmensa mayoría de los empleos a nivel nacional; empleo, sin embargo, de baja calidad, sin protección real, sin derechos.
Por eso se requiere no sólo de normas legales promotoras, sino de una política integral que parta de una realidad que el señor Presidente de la República ha definido muy bien: el microempresario es, él mismo, un trabajador; es un trabajador que da empleo a otros trabajadores. Y como tal, el microempresario es también por eso un trabajador marginal y desprotegido.Esa es la razón que nos mueve, en el Ministerio de Trabajo, a verlo, asumirlo y tratarlo no como un potencial contribuyente tributario –que en algún momento debe llegar a ser–, sino como un trabajador al que el Estado debe proteger, porque al hacerlo esa protección se extenderá a esos otros trabajadores que laboran para él.La Constitución Política del Perú señala que el trabajo, en todas sus manifestaciones, es objeto de protección prioritaria del Estado; y la del microempresario es una de esas manifestaciones.El 80 por ciento de las microempresas en el Perú no llegan a vivir dos años. Por eso, en nuestro criterio, la acción del Estado debe encaminarse a lograr, para el microempresario y sus trabajadores, un mínimo indispensable de seguridad social. Este es un primer paso, el primer peldaño. Lo demás debe venir después.Porque el microempresario no puede pensar en su propio negocio si vive con el miedo permanente de enfermar, de endeudarse y sin poder proteger además la salud de su familia. Nuestra obligación es verlo y tratarlo como un trabajador y crear las condiciones para que pueda, primero, sobrevivir, y luego desarrollarse, dentro de un marco legal que no sea represivo o asfixiante, sino que le dé respaldo y tranquilidad.Y esto se extiende a sus trabajadores, a los trabajadores de la microempresa que están también mayoritariamente en la informalidad. Debemos asegurarles el respeto a sus derechos fundamentales, pero todo dentro de un régimen razonable, que pueda ser cumplido por su empleador. Porque es preferible tener el 50 por ciento de algo que el 100 por ciento de nada. Las leyes pueden crear un paraíso teórico, pero los trabajadores viven en un mundo real muy diferente. Al microempresario no se le debe agobiar con cargas tributarias, trámites engorrosos, registros innecesarios. Hay que proporcionarle ayuda técnica, acceso al crédito y, sobre todo, posibilidad de integrarse con otros microempresarios para, unidos, asociados, aspirar al crecimiento y al desarrollo.En eso estamos; por eso, el Ministerio de Trabajo se encarga de proteger a los trabajadores, pero también de proteger a los microempresarios.Nuestro saludo por el Día del Trabajo va dirigido a las trabajadoras y trabajadores peruanos, a todos ustedes,
Los trabajadores del Perú y del mundo celebran su día. El Gobierno al que represento quiere hacerles llegar con este motivo su saludo y felicitación, porque son ustedes quienes con su esfuerzo construyen día a día la grandeza de la Patria.
Estamos viviendo un momento económico promisorio, que nos hace aspirar a un país mejor y con mayores posibilidades para nuestros hijos. Eso es lo que muestran las cifras macroeconómicas.
Sin embargo, millones de microempresarios y trabajadores sienten que esta incipiente prosperidad no les llega, que el bienestar del que se habla no les alcanza.
Y tienen razón. Porque ellos no están incorporados a las ventajas, como tampoco a los deberes y responsabilidades de la formalidad.
Por ello, la tarea que se ha impuesto el Gobierno es integrarlos plenamente a la vida económica, y permitirles, sobre todo y ante todo, el acceso universal a los servicios de salud y de la seguridad social.
Es tarea inmensa. Según las estadísticas hay más de 3 millones 200 mil micro y pequeñas empresas. Son estas pequeñas unidades productivas las que generan la inmensa mayoría de los empleos a nivel nacional; empleo, sin embargo, de baja calidad, sin protección real, sin derechos.
Por eso se requiere no sólo de normas legales promotoras, sino de una política integral que parta de una realidad que el señor Presidente de la República ha definido muy bien: el microempresario es, él mismo, un trabajador; es un trabajador que da empleo a otros trabajadores. Y como tal, el microempresario es también por eso un trabajador marginal y desprotegido.Esa es la razón que nos mueve, en el Ministerio de Trabajo, a verlo, asumirlo y tratarlo no como un potencial contribuyente tributario –que en algún momento debe llegar a ser–, sino como un trabajador al que el Estado debe proteger, porque al hacerlo esa protección se extenderá a esos otros trabajadores que laboran para él.La Constitución Política del Perú señala que el trabajo, en todas sus manifestaciones, es objeto de protección prioritaria del Estado; y la del microempresario es una de esas manifestaciones.El 80 por ciento de las microempresas en el Perú no llegan a vivir dos años. Por eso, en nuestro criterio, la acción del Estado debe encaminarse a lograr, para el microempresario y sus trabajadores, un mínimo indispensable de seguridad social. Este es un primer paso, el primer peldaño. Lo demás debe venir después.Porque el microempresario no puede pensar en su propio negocio si vive con el miedo permanente de enfermar, de endeudarse y sin poder proteger además la salud de su familia. Nuestra obligación es verlo y tratarlo como un trabajador y crear las condiciones para que pueda, primero, sobrevivir, y luego desarrollarse, dentro de un marco legal que no sea represivo o asfixiante, sino que le dé respaldo y tranquilidad.Y esto se extiende a sus trabajadores, a los trabajadores de la microempresa que están también mayoritariamente en la informalidad. Debemos asegurarles el respeto a sus derechos fundamentales, pero todo dentro de un régimen razonable, que pueda ser cumplido por su empleador. Porque es preferible tener el 50 por ciento de algo que el 100 por ciento de nada. Las leyes pueden crear un paraíso teórico, pero los trabajadores viven en un mundo real muy diferente. Al microempresario no se le debe agobiar con cargas tributarias, trámites engorrosos, registros innecesarios. Hay que proporcionarle ayuda técnica, acceso al crédito y, sobre todo, posibilidad de integrarse con otros microempresarios para, unidos, asociados, aspirar al crecimiento y al desarrollo.En eso estamos; por eso, el Ministerio de Trabajo se encarga de proteger a los trabajadores, pero también de proteger a los microempresarios.Nuestro saludo por el Día del Trabajo va dirigido a las trabajadoras y trabajadores peruanos, a todos ustedes,
FELIZ DÍA DEL TRABAJO
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