La celebración por el 1 de mayo se convirtió hoy en una ratificación de los obreros bolivianos de mantener la unidad nacional, en contra del referendo autonómico convocado por las autoridades de Santa Cruz.
Desde horas tempranas, numerosas organizaciones sociales se concentraron en la céntrica Plaza Murillo para conmemorar el Día de los Trabajadores y reiterar su compromiso con el proceso de cambio impulsado por el presidente Evo Morales.
Algunos de los asistentes esperaban con impaciencia uno de los momentos estelares de la velada: el anuncio oficial de la recuperación por parte del Estado de las compañías petroleras Chaco S.A., Transredes, Almacenes CLHB y Andina.
De varias zonas del departamento de La Paz y otros territorios del país llegaron representantes de diversos sectores de la sociedad y sindicatos, quienes se agolparon frente al Palacio de Gobierno, a la espera del inicio del acto.
Me encuentro aquí para celebrar el Día de los Trabajadores y expresar mi desacuerdo con el referendo del próximo domingo en Santa Cruz, comentó a Prensa Latina Eduardo Condori, quien ataviado como minero y con una pequeña bolsa de coca en sus manos, despertaba la atención de periodistas y fotorreporteros.
Miembros del gabinete presidencial también evidenciaban su júbilo por la ocasión y compartían con los participantes momentos antes de iniciarse la ceremonia, como el Viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti.
Hoy no sólo homenajeamos a los trabajadores, sino que festejamos también el segundo aniversario de la nacionalización de los hidrocarburos. Esto es una muestra del compromiso con el proceso democrático y cultural, de defensa de la unidad del país, expresó.
Además, es la manifestación de un sentimiento mayoritario que rechaza la tendencia divisionista, ilegal y anticonstitucional de un sector de la población, que desea imponer su voluntad, agregó Llorenti en medio de la agitación por ultimar detalles.
Un reducido grupo de indígenas mostraron algunas de sus antiguas tradiciones frente a Palacio Quemado y entregaron ofrendas a miembros de otros sectores, como un ejemplo de que la convivencia pacífica en un país con tanta diversidad étnica es perfectamente posible.
Justo Cruz, representante de los trabajadores de la vecina ciudad de El Alto, comentó que su presencia allí tenía como objetivo brindar apoyo moral al presidente en el proceso de nacionalización de recursos naturales, y patentizar la unión de los bolivianos.
Queremos mostrar que estamos unidos, a diferencia de lo que algunos medios de prensa pretenden hacer ver.
Acá somos soberanos y nunca podrán despedazar a Bolivia, enfatizó Cruz, quien no ocultó su satisfacción cuando Morales oficializó la recuperación de las referidas empresas petroleras.
Desde horas tempranas, numerosas organizaciones sociales se concentraron en la céntrica Plaza Murillo para conmemorar el Día de los Trabajadores y reiterar su compromiso con el proceso de cambio impulsado por el presidente Evo Morales.
Algunos de los asistentes esperaban con impaciencia uno de los momentos estelares de la velada: el anuncio oficial de la recuperación por parte del Estado de las compañías petroleras Chaco S.A., Transredes, Almacenes CLHB y Andina.
De varias zonas del departamento de La Paz y otros territorios del país llegaron representantes de diversos sectores de la sociedad y sindicatos, quienes se agolparon frente al Palacio de Gobierno, a la espera del inicio del acto.
Me encuentro aquí para celebrar el Día de los Trabajadores y expresar mi desacuerdo con el referendo del próximo domingo en Santa Cruz, comentó a Prensa Latina Eduardo Condori, quien ataviado como minero y con una pequeña bolsa de coca en sus manos, despertaba la atención de periodistas y fotorreporteros.
Miembros del gabinete presidencial también evidenciaban su júbilo por la ocasión y compartían con los participantes momentos antes de iniciarse la ceremonia, como el Viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti.
Hoy no sólo homenajeamos a los trabajadores, sino que festejamos también el segundo aniversario de la nacionalización de los hidrocarburos. Esto es una muestra del compromiso con el proceso democrático y cultural, de defensa de la unidad del país, expresó.
Además, es la manifestación de un sentimiento mayoritario que rechaza la tendencia divisionista, ilegal y anticonstitucional de un sector de la población, que desea imponer su voluntad, agregó Llorenti en medio de la agitación por ultimar detalles.
Un reducido grupo de indígenas mostraron algunas de sus antiguas tradiciones frente a Palacio Quemado y entregaron ofrendas a miembros de otros sectores, como un ejemplo de que la convivencia pacífica en un país con tanta diversidad étnica es perfectamente posible.
Justo Cruz, representante de los trabajadores de la vecina ciudad de El Alto, comentó que su presencia allí tenía como objetivo brindar apoyo moral al presidente en el proceso de nacionalización de recursos naturales, y patentizar la unión de los bolivianos.
Queremos mostrar que estamos unidos, a diferencia de lo que algunos medios de prensa pretenden hacer ver.
Acá somos soberanos y nunca podrán despedazar a Bolivia, enfatizó Cruz, quien no ocultó su satisfacción cuando Morales oficializó la recuperación de las referidas empresas petroleras.
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