Las intervenciones del premier Jorge del Castillo y del líder gremial Mario Huamán solo ratificaron la brecha ideológica entre las dos partes.
Nadie esperaba que el debate radial de una hora de duración lograra acercar las posiciones de la Confederación General de Trabajadores (CGTP) y del gobierno, teniendo en cuenta sobre todo los largos meses de infructuoso e intermitente diálogo, pero el encuentro de ayer por la mañana entre el secretario general del gremio laboral, Mario Huamán, y el premier Jorge del Castillo dejó cierto sinsabor, ya que solo sirvió para ratificar ante la audiencia las posiciones extremas y difícilmente reconciliables de aquellos que hace apenas cuatro años pararon juntos bajo las mismas consignas.
Los argumentos dados por los dos oradores –salvo algunos datos excepcionales– no sorprendieron a nadie, y tanto Huamán como Del Castillo se limitaron a repetir el libreto de los últimos días, con lo que el ansiado diálogo mediático se convirtió en una reiteración de argumentos a favor y en contra del paro nacional del 9 de julio, aderezado con los dardos que se lanzaron mutuamente los contrincantes.
PIDEN PARO SIN VIOLENCIA
Tan solo al final del encuentro –y luego de que Del Castillo forzara la declaración al máximo– se logró una pequeña coincidencia: la medida de fuerza debía ser sin violencia. Los matices, sin embargo, volvieron a recordar las discrepancias. Del Castillo pidió a Huamán garantías para que "aquellos que deseen ir a trabajar lo hagan, y no se encuentren con carreteras bloqueadas ni piedras al aire", y Huamán pidió que no haya provocaciones, y recordó al premier que los paros de la CGTP "siempre han sido pacíficos".
Huamán añadió que ya habían informado a la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía de Prevención del Delito, las organizaciones de derechos humanos y los periodistas tanto de los lugares de concentración como de los recorridos de las marchas del 9 de julio, con el fin de que "ellos detecten lo que tienen que detectar". Y aunque Del Castillo pidió un documento firmado con el compromiso de paz del secretario general de la CGTP, sólo obtuvo una garantía verbal de Huamán, quien hizo un llamado a las bases para que el paro fuera pacífico y pidió a Del Castillo represión cero.
El presidente del Consejo de Ministros ironizó entonces. "Vamos a ver si le hacen caso", acotó.
OPINIONES POLÍTICAS
El debate en Radio Programas del Perú (RPP) comenzó, pasadas las nueve de la mañana, con la intervención del líder sindical, quien enumeró los principales puntos de la plataforma de lucha de la CGTP y reconoció las connotaciones políticas del paro, aunque dijo no entender las quejas al respecto. "O es que los ciudadanos no podemos opinar políticamente", señaló.
Huamán calificó la política económica del gobierno de autoritaria y represiva, y recordó las actas sin cumplir que el Ejecutivo ha firmado para dar respuesta a algunos de los pedidos de la CGTP.
"Cómo no luchar contra esto. Así lo hicieron los mártires apristas de Chan Chan (fusilados en la revolución de 1932)", precisó.
El primer dardo estaba lanzado. Pero Del Castillo respondió con otro igual de afilado. "Hay una gran mayoría de trabajadores no sindicalizados por los cuales la CGTP nunca ha luchado", afirmó al principio de su alocución, para dar paso a un repaso de la ley de las Mypes y los derechos laborales con ella otorgados a muchos trabajadores que hasta ahora no los tenían.
"Hay miles de pequeños empresarios, informales, guachimanes... A toda esa gente se le ha dado ahora vacaciones, seguridad social, un sueldo mínimo vital que la derecha critica. Ahora tienen derechos, podrán no ser totales, pero es un paso", aseveró Del Castillo.
Huamán, a su turno, afirmó que la "revolución laboral" de la que hablaba Del Castillo "solo la aplauden los empresarios", habló de un recorte de los derechos de los trabajadores y reiteró su pedido de "derogar las leyes represivas". Y Del Castillo contraatacó con las cifras del crecimiento económico del Perú, del incremento del número de empleos y –reincidió– del número de leyes pro trabajadores. "Si tuvieran que pagar el 100% de los derechos laborales, como pide la CGTP, muchas microempresas tendrían que cerrar", sostuvo el premier.
La discrepancias continuaron hasta las diez de la mañana, marcando una brecha especialmente profunda en lo que al tema minero se refiere, ya que Del Castillo defendió el canon y la estabilidad jurídica que el Perú les da a las mineras extranjeras, así como pidió aprovechar a toda costa la actividad minera ya que –sostuvo– los recursos bajo tierra no dan ganancias. Huamán reclamó una mejor redistribución de la riqueza, y una minería respetuosa con el medio ambiente y los convenios internacionales.
Para concluir el líder sindicalista deseó una pronta solución a los problemas de la población, pidió al gobierno no actuar con soberbia y a los trabajadores no parar con violencia. El premier, por su parte, deseó que así fuera y recordó los "logros" del gobierno en materia laboral. El debate se cerró con un forzado apretón de manos entre Del Castillo y Huamán. El show había acabado y había que sonreír. Al fin y al cabo todas las cámaras de la prensa estaban allí.
¿POLÍTICO YO?
Propuesta. Jorge del Castillo expresó su deseo de que Mario Huamán asuma alguna vez posturas de gobierno y sepa lo que es gobernar, porque "no todo es protestar y marchar. Así no se solucionan las cosas".
Descartó. El líder de la CGTP respondió con rapidez. "Yo descarto cualquier tipo de candidatura. No seré candidato a nada, soy aspirante en mi club San Juan de Amancaes en el Rímac. Descarto tajantemente candidaturas políticas", precisó.
Sesenta minutos de ‘‘sutil" fuego cruzado
La llegada de Mario Huamán a RPP trajo consigo a unos cincuenta trabajadores de Fentase (Federación Nacional de Trabajadores Administrativos del Sector Educación) que elevaron vítores a las puertas de la emisora a favor del paro nacional. Mercedes Cabanillas, que había intervenido en el programa anterior al debate, prefirió esperar antes de salir de la radio.
Durante el debate los dardos volaron, eso sí, de forma sutil. Huamán calificó al voceado nuevo ministro de Economía, Luis Valdivieso, como un "comisario del FMI", y Del Castillo le dijo que ese tipo de calificativos recordaba a los viejos soviéticos, que hablaban de "coroneles soviet". El premier también insinuó que Huamán, como dirigente sindical con licencia, no trabajaba, y este le respondió que trabajaba desde los 12 años y que no vivía de los erarios del Estado como "algunos políticos".
Huamán le dijo, asimismo, que podía llamarle comunista si deseaba, pero le recordó que en la CGTP hay bastantes "apristas y consecuentes". "Usted fue aprista, ¿no?", le preguntó. El premier no dijo nada, pero se preguntó si el cambio económico que pide la CGTP tendría que ver con Venezuela y Bolivia. Huamán mencionó que hubo viajado una vez a Caracas y que no conocía La Paz.
Los argumentos dados por los dos oradores –salvo algunos datos excepcionales– no sorprendieron a nadie, y tanto Huamán como Del Castillo se limitaron a repetir el libreto de los últimos días, con lo que el ansiado diálogo mediático se convirtió en una reiteración de argumentos a favor y en contra del paro nacional del 9 de julio, aderezado con los dardos que se lanzaron mutuamente los contrincantes.
PIDEN PARO SIN VIOLENCIA
Tan solo al final del encuentro –y luego de que Del Castillo forzara la declaración al máximo– se logró una pequeña coincidencia: la medida de fuerza debía ser sin violencia. Los matices, sin embargo, volvieron a recordar las discrepancias. Del Castillo pidió a Huamán garantías para que "aquellos que deseen ir a trabajar lo hagan, y no se encuentren con carreteras bloqueadas ni piedras al aire", y Huamán pidió que no haya provocaciones, y recordó al premier que los paros de la CGTP "siempre han sido pacíficos".
Huamán añadió que ya habían informado a la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía de Prevención del Delito, las organizaciones de derechos humanos y los periodistas tanto de los lugares de concentración como de los recorridos de las marchas del 9 de julio, con el fin de que "ellos detecten lo que tienen que detectar". Y aunque Del Castillo pidió un documento firmado con el compromiso de paz del secretario general de la CGTP, sólo obtuvo una garantía verbal de Huamán, quien hizo un llamado a las bases para que el paro fuera pacífico y pidió a Del Castillo represión cero.
El presidente del Consejo de Ministros ironizó entonces. "Vamos a ver si le hacen caso", acotó.
OPINIONES POLÍTICAS
El debate en Radio Programas del Perú (RPP) comenzó, pasadas las nueve de la mañana, con la intervención del líder sindical, quien enumeró los principales puntos de la plataforma de lucha de la CGTP y reconoció las connotaciones políticas del paro, aunque dijo no entender las quejas al respecto. "O es que los ciudadanos no podemos opinar políticamente", señaló.
Huamán calificó la política económica del gobierno de autoritaria y represiva, y recordó las actas sin cumplir que el Ejecutivo ha firmado para dar respuesta a algunos de los pedidos de la CGTP.
"Cómo no luchar contra esto. Así lo hicieron los mártires apristas de Chan Chan (fusilados en la revolución de 1932)", precisó.
El primer dardo estaba lanzado. Pero Del Castillo respondió con otro igual de afilado. "Hay una gran mayoría de trabajadores no sindicalizados por los cuales la CGTP nunca ha luchado", afirmó al principio de su alocución, para dar paso a un repaso de la ley de las Mypes y los derechos laborales con ella otorgados a muchos trabajadores que hasta ahora no los tenían.
"Hay miles de pequeños empresarios, informales, guachimanes... A toda esa gente se le ha dado ahora vacaciones, seguridad social, un sueldo mínimo vital que la derecha critica. Ahora tienen derechos, podrán no ser totales, pero es un paso", aseveró Del Castillo.
Huamán, a su turno, afirmó que la "revolución laboral" de la que hablaba Del Castillo "solo la aplauden los empresarios", habló de un recorte de los derechos de los trabajadores y reiteró su pedido de "derogar las leyes represivas". Y Del Castillo contraatacó con las cifras del crecimiento económico del Perú, del incremento del número de empleos y –reincidió– del número de leyes pro trabajadores. "Si tuvieran que pagar el 100% de los derechos laborales, como pide la CGTP, muchas microempresas tendrían que cerrar", sostuvo el premier.
La discrepancias continuaron hasta las diez de la mañana, marcando una brecha especialmente profunda en lo que al tema minero se refiere, ya que Del Castillo defendió el canon y la estabilidad jurídica que el Perú les da a las mineras extranjeras, así como pidió aprovechar a toda costa la actividad minera ya que –sostuvo– los recursos bajo tierra no dan ganancias. Huamán reclamó una mejor redistribución de la riqueza, y una minería respetuosa con el medio ambiente y los convenios internacionales.
Para concluir el líder sindicalista deseó una pronta solución a los problemas de la población, pidió al gobierno no actuar con soberbia y a los trabajadores no parar con violencia. El premier, por su parte, deseó que así fuera y recordó los "logros" del gobierno en materia laboral. El debate se cerró con un forzado apretón de manos entre Del Castillo y Huamán. El show había acabado y había que sonreír. Al fin y al cabo todas las cámaras de la prensa estaban allí.
¿POLÍTICO YO?
Propuesta. Jorge del Castillo expresó su deseo de que Mario Huamán asuma alguna vez posturas de gobierno y sepa lo que es gobernar, porque "no todo es protestar y marchar. Así no se solucionan las cosas".
Descartó. El líder de la CGTP respondió con rapidez. "Yo descarto cualquier tipo de candidatura. No seré candidato a nada, soy aspirante en mi club San Juan de Amancaes en el Rímac. Descarto tajantemente candidaturas políticas", precisó.
Sesenta minutos de ‘‘sutil" fuego cruzado
La llegada de Mario Huamán a RPP trajo consigo a unos cincuenta trabajadores de Fentase (Federación Nacional de Trabajadores Administrativos del Sector Educación) que elevaron vítores a las puertas de la emisora a favor del paro nacional. Mercedes Cabanillas, que había intervenido en el programa anterior al debate, prefirió esperar antes de salir de la radio.
Durante el debate los dardos volaron, eso sí, de forma sutil. Huamán calificó al voceado nuevo ministro de Economía, Luis Valdivieso, como un "comisario del FMI", y Del Castillo le dijo que ese tipo de calificativos recordaba a los viejos soviéticos, que hablaban de "coroneles soviet". El premier también insinuó que Huamán, como dirigente sindical con licencia, no trabajaba, y este le respondió que trabajaba desde los 12 años y que no vivía de los erarios del Estado como "algunos políticos".
Huamán le dijo, asimismo, que podía llamarle comunista si deseaba, pero le recordó que en la CGTP hay bastantes "apristas y consecuentes". "Usted fue aprista, ¿no?", le preguntó. El premier no dijo nada, pero se preguntó si el cambio económico que pide la CGTP tendría que ver con Venezuela y Bolivia. Huamán mencionó que hubo viajado una vez a Caracas y que no conocía La Paz.
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