Los drogadictos deportados de EE.UU. a Tijuana tienen cuatro veces más posibilidades de estar infectados con el virus del sida que otros consumidores de estupefacientes en esa ciudad mexicana, según un estudio difundido hoy.
El informe, publicado por la edición en internet de Public Library of Science (PLoS), fue realizado por científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de California y expertos mexicanos. Será presentado el 5 de agosto ante la Conferencia Internacional del Sida en Ciudad de México.
Los científicos señalan que, aunque el estudio no propone una relación causal, sus conclusiones sugieren la necesidad de examinar los factores de riesgo del desplazamiento obligado, así como la de aplicar programas de apoyo para personas en ambos lados de la frontera.
Tijuana, con una población de 1,4 millones de personas, es la ciudad fronteriza más grande de México. Además, es un centro del tráfico de drogas y plataforma para los inmigrantes ilegales que buscan llegar a Estados Unidos. Según los científicos, Tijuana alberga al mayor número de adictos en proporción a su población.
También es un centro de prostitución y todos estos factores contribuyen a la creciente epidemia del VIH y otras enfermedades venéreas en la ciudad.
En entrevistas realizadas a 1.056 drogadictos, la mayoría hombres, los investigadores descubrieron una inesperada relación entre el tiempo que esas personas habían vivido en Tijuana y la infección por VIH.
Quienes habían vivido en la ciudad durante lapsos cortos tenían mayores posibilidades de infección y, entre los hombres, esta relación se explicaba por el hecho de que un alto porcentaje de ellos habían sido inmigrantes deportados desde Estados Unidos.
"La deportación estuvo vinculada de manera importante con la infección del VIH en los hombres", señalan en el estudio la profesora Steffanie Strathdee y Harold Simon, director de la División Internacional de Salud y Medicina Transcultural de la
Escuela de Medicina.
"Además, la incidencia de la infección del VIH y los factores potenciales de riesgo diferían en cuanto a género", agregan.
"Un factor que no anticipábamos era que vivir en Tijuana por tiempos prolongados estuviese asociado con una menor prevalencia del VIH en los hombres, algo opuesto a lo que encontramos en las mujeres.
Entre ellas, las residentes de mucho tiempo en Tijuana tenían un mayor riesgo de infección", indicaron.
Los investigadores manifiestan que las implicaciones causales son poco claras, pero en su informe sugieren que la deportación induciría a los hombres a una actitud más arriesgada.
Por otra parte, Strathdee opina que el desplazamiento, más que la deportación, crea condiciones sociales que podrían impulsar al individuo a involucrarse en un comportamiento peligroso que conduzca a contraer el virus.
"Sin las redes de apoyo familiar, con los cambios repentinos en el ambiente cultural, el desamparo y la pobreza, los hombres migrantes se ven impulsados a una conducta peligrosa como el sexo sin protección con trabajadoras sexuales, con otros hombres o a
compartir agujas hipodérmicas" para inyectarse drogas, según Remedios Lozada, una coordinadora del proyecto en Baja California.
Sin embargo, otra explicación podría ser que la deportación desde Estados Unidos conduce a un conflicto social, la pérdida de vínculos e ingresos, los cuales son "factores que empujan a un comportamiento de alto riesgo", matizó Lozada.
EFE
miércoles, 30 de julio de 2008
Estudio revela peligro de exportar el sida a través de las fronteras
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