El papa Benedicto XVI, en visita a Estados Unidos por primera vez, será recibido con gran pompa en la Casa Blanca este miércoles donde abordará junto al presidente George W.Bush temas como la inmigración o la lucha contra el terrorismo, según anunció el sumo pontífice.
El Papa llegó el martes a Washington y luego viajará a Nueva York, donde completará su visita de seis días en Estados Unidos.
En esa ciudad pronunciará el viernes un discurso ante las Naciones Unidas y visitará el sitio de los atentados de setiembre de 2001, Ground Zero.
La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, calificó esta visita como "histórica", "maravillosa".
Aseguró que la ceremonia de bienvenida al papa sería "una de las más importantes jamás realizadas en la Casa Blanca".
El día en que el Papa cumple 81 años, entre 9.000 y 12.000 invitados son esperados el miércoles en los jardines de la Casa Blanca, donde el pontífice será bienvenido con una salva de 21 cañonazos.
En la oficina Oval, los dos hombres mantendrían una conversación prolongada sobre los derechos humanos, las libertades religiosas, la inmigración, la lucha contra el terrorismo y los extremistas, en particular en Medio Oriente, indicó la portavoz de la Casa Blanca.
La ayuda a África y la situación en Líbano, donde vive una importante comunidad cristiana, deberían también estar a la orden del día.
A bordo del avión que lo condujo a Washington, Benedicto XVI admitió el martes que siente "profunda vergüenza" por los sacerdotes pedófilos involucrados en escándalos en Estados Unidos.
Los escándalos de pedofilia significaron un duro golpe a la autoridad moral de la Iglesia Católica en Estados Unidos, acusada de haber perdido su capacidad de proteger a los niños.
Denuncias contra sacerdotes por abusos sexuales se acumularon en los tribunales de Estados Unidos y decenas de víctimas fueron indemnizadas con millones de dólares.
El papa debería tocar el tema de estos escándalos durante su sermón en la Catedral Saint Patrick de Nueva York el sábado.
La Casa Blanca esperaba que las conversaciones que sostendrán Bush y Benedicto XVI sean "francas", aunque admitió que los valores comunes de ambos no impedían que existieran diferencias, como ocurrió respecto de Irak.
Pero "realmente no creo que el presidente tenga planeado destinar mucho tiempo a conversar sobre Irak con el Papa", comentó Perino.
El Papa también adelantó en el vuelo que lo condujo a Washington que hablará con Bush sobre la inmigración.
Es necesario "hacer todo lo posible contra la precariedad y todas las violencias para que los inmigrantes puedan tener acceso a una vida digna", dijo Benedicto XVI.
Los hispanos, que se convirtieron en uno de los principales pilares de la Iglesia Católica en Estados Unidos, se dirigirán al Papa para que se pronuncie contra las medidas impuestas a los inmigrantes indocumentados.
"Me gustaría que el Papa nos hable sobre cómo, en nuestra calidad de católicos, debemos acoger al pobre y al extranjero en este país", afirmó Enid Roman de Jesús, presidente de una asociación de directores de las diócesis católicas.
El pontífice arribó el martes a la base aérea Andrews en el sudeste de Washington, donde el presidente Bush acudió con su esposa Laura para recibirlo.
Este gesto, es un acontecimiento único en la historia de la presidencia estadounidense, que representa la importancia que le dio Bush, que es protestante, a un jefe de la Iglesia Católica.
Estados Unidos cuenta con 70 millones de católicos, un cuarto de su población.
Benedicto XVI es el segundo papa en visitar la Casa Blanca desde Juan Pablo II, quien fue recibido por Jimmy Carter en 1979, y su visita es la novena de un papa a Estados Unidos.
-EFE
miércoles, 16 de abril de 2008
Benedicto XVI es recibido en la Casa Blanca con gran pompa
Publicado por SARITAH en 10:06
Etiquetas: Estados Unidos, Papa
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